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Argel–París–Dubái: Más allá de la ofensiva mediática

El 2 de mayo de 2025, la televisión pública argelina lanzó un ataque verbal sin precedentes contra los Emiratos Árabes Unidos. Al calificar al país de «mini-Estado artificial» y acusarlo de atentar contra «la identidad y la unidad del pueblo argelino», ENTV sobrepasó ampliamente los límites de la diplomacia clásica. Oficialmente, esta agresión se justificó por las declaraciones del historiador Mohamed Lamine Belghit en Sky News Arabia, donde negó la existencia de la cultura amazigh. Pero algunas informaciones apuntan a que los servicios de inteligencia argelinos habrían descubierto contactos avanzados entre el Movimiento por la Autodeterminación de Cabilia (MAK) y personas cercanas a Mohammed Ben Zayed (MBZ). Algo totalmente falso.

Esa supuesta relación entre el MAK y los EAU es una invención pura de los servicios secretos argelinos, que han fracasado en todas sus operaciones en el extranjero. Los intentos fallidos de secuestro del periodista Hichem Aboud (dos veces) y del YouTuber Amir Boukhors dejaron en evidencia la incompetencia de estos servicios, dirigidos por el general Fethi Rochdi Moussaoui, cuya rápida ascensión se debe más a su servilismo que a su talento.

Además, los éxitos internacionales del MAK son difíciles de aceptar para un régimen cuya diplomacia naufraga constantemente.
Revelación: un canal entre el MAK y Abu Dabi
La Dirección General de Documentación y Seguridad Exterior afirma haber obtenido pruebas de conversaciones entre enviados cabileños y personalidades emiratíes. En marzo de 2024, supuestamente se celebró una reunión decisiva en Manhattan, en el marco de un foro sobre los derechos de las minorías. El contenido de las conversaciones giraría en torno al apoyo logístico y diplomático al MAK, organización calificada de terrorista por Argel. Sin embargo, hasta que se demuestre lo contrario, el MAK, cuya precaria situación financiera es un secreto a voces, habría buscado antes todo apoyo económico de Dubái.

Los éxitos del MAK no provienen de supuestos contactos con los EAU: su participación en el foro de las minorías en la ONU en Nueva York, el apoyo del Parlamento canadiense y su acogida en el Senado francés son golpes muy duros para el régimen argelino.

Servicios secretos argelinos en plena deriva
El régimen argelino ha lanzado una contraofensiva mediática cuidadosamente calculada para deslegitimar al MAK y a sus posibles aliados. Recurre a una propaganda obsoleta que ya no convence ni a quienes la producen. Recientemente, la televisión pública emitió un informe en su noticiero de las 20:00 sobre el desmantelamiento de una red del MAK que transportaba armas desde Marsella. Francia fue mencionada explícitamente como aliada del MAK. París no consideró necesario responder a tales absurdos, aunque provinieran de un canal oficialista. Dos días después, se lanzó un ataque más virulento contra los Emiratos Árabes Unidos bajo el pretexto de que Argel defiende el tamazight, una cultura que durante mucho tiempo negó y reprimió.

Este ataque contra los EAU se produce en un contexto ya tenso. Desde 2020, las relaciones entre Argel y Abu Dabi se han deteriorado: diferencias sobre Libia, posturas opuestas respecto a la normalización con Israel y sospechas de injerencia emiratí en el Sahel. En abril de 2024, el presidente Tebboune acusó, sin nombrarlos, a los EAU de financiar intentos de desestabilización regional. Un diario árabe progubernamental anunció hace unos meses la expulsión de cinco diplomáticos emiratíes declarados persona non grata, acusados de espionaje. La noticia fue rápidamente retirada del sitio web y el ministro de Comunicación fue destituido por Tebboune a las 23:00 horas. Desde entonces, las relaciones entre ambos países no han hecho más que deteriorarse, alimentadas por la propaganda de los servicios secretos argelinos.

Con Francia, el lenguaje beligerante de la prensa argelina ha ido en aumento desde que Emmanuel Macron reconociera la marroquinidad del Sáhara Occidental en julio. Se llegó incluso a acusar a Francia de financiar y armar al MAK. Esto ha servido para justificar la idea de una movilización general, cada vez más mencionada. Refleja la voluntad del régimen argelino de ocultar sus fracasos tanto internos como externos y prepararse para más reveses. Declarar el estado de guerra permitiría al régimen encarcelar a más ciudadanos, tal como contempla el proyecto de ley sobre movilización general. Se prevé una pena de 10 años de prisión para quien rechace la movilización o critique el tema.

La autodeterminación, un principio con doble rasero
La crisis pone en evidencia la ambigüedad argelina respecto al derecho a la autodeterminación. Defensor del Frente Polisario, Palestina y ahora del Rif marroquí (¡sí, es nuevo!), el régimen argelino niega ese mismo derecho a sus 44 millones de ciudadanos. Privados del derecho a elegir libremente a sus autoridades locales, parlamentarios y presidente, los argelinos están sometidos a una mafia que se impone por la fuerza, el fraude y la mentira. ¿Cómo entonces podría este régimen aceptar el derecho a la autodeterminación de Cabilia?

Para Argel, cualquier apoyo extranjero al MAK es un casus belli. La reacción de mayo de 2025 busca frenar cualquier implicación más directa de los EAU o Francia. Se contemplan dos escenarios: mantener una tensión contenida o romper abiertamente las relaciones diplomáticas, como ocurrió con Marruecos en 2021.

Ya se advirtió: con un régimen de matones, cualquier cosa puede pasar.

Por Hichem Aboud

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