El Cibaje de Sansasal y su Relación con la Visita de Macron a Marruecos

Seguí con disgusto el ataque contra los escritores, el Sr. Daoud y Sansasal, y me sentí repugnado por el ataque hacia ellos. Como es habitual, al seguir los eventos políticos, comencé a buscar las razones detrás de este violento ataque que carece de cualquier contexto legal, cultural o procesal. Como analista en política internacional, la pista que comenzó a aparecer para mí es que el verdadero objetivo de esta escalada no es otro que expresar el descontento y aumentar las tensiones entre Argelia y Francia.
Los dos escritores representan un puente entre la cultura francesa y la cultura argelina, aunque tengo reservas sobre algunas de sus posiciones, que contradicen muchos de los valores fundamentales de Argelia. Estos valores, que han sido sistemáticamente destruidos desde 1992 por políticas que, por su crueldad, recuerdan las políticas nazis y fascistas, y la destrucción de estos valores continúa hasta el día de hoy.
Un ejemplo reciente de esto es el cambio de postura de Argelia sobre la guerra en Gaza, que se hizo evidente durante la visita del presidente argelino a Egipto. La declaración que hizo no necesita ser descifrada, ya que claramente socava la postura constante de Argelia sobre la cuestión palestina. Esta campaña contra los escritores no es más que una parte de una serie de tensiones que reflejan un desequilibrio en el poder argelino, que ya no es capaz de gestionar el país de manera efectiva. Lo que es aún más preocupante es la repetición de estas tensiones, como la imposición de visas a los titulares de pasaportes marroquíes bajo el pretexto de temer la infiltración de espías marroquíes. Es decir, la inteligencia marroquí tendría dificultades para encontrar espías, si lo deseara, de otras nacionalidades y con pasaportes no marroquíes. Es algo francamente ridículo.
De hecho, la mediocridad política en Argelia se ha vuelto surrealista hasta el punto de haber alcanzado un nivel de degradación inimaginable. Esta deterioración es el resultado de la pérdida por parte del estado de todos los medios de respuesta efectiva a los reveses diplomáticos sucesivos, que han aislado a Argelia internacionalmente, y que ya no tienen otra solución que concesiones materiales y políticas o tensiones histéricas que acelerarán el colapso del sistema y su explosión interna. Según muchos analistas, esto sucederá pronto.

Khaled Said

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