El regreso de Trump: 2 signos que revelan el pánico en Argel
Según fuentes bien informadas que hablaron bajo condición de anonimato, el régimen militar de Argel, temeroso del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca tras las elecciones de la semana pasada en Estados Unidos, se apresuró a revisar su política exterior y sus alianzas estratégicas. Los servicios de inteligencia exterior del régimen militar de Argel acaban de presentar a su presidencia un informe sobre un país que tiene la intención de retirar su reconocimiento al Frente Polisario, el movimiento que aboga por la independencia del Sahara Occidental.
Se llevaron a cabo reuniones de emergencia en Argel mientras los funcionarios se apresuran a mitigar y, posiblemente, revertir la decisión. El hecho de que, en una nueva administración de Trump, el Frente Polisario pueda ser clasificado como una organización terrorista parece ser una de las muchas especulaciones que preocupan al régimen militar de Argel. En tal caso, esto conduciría seguramente a la caída del régimen, ya que el apoyo a este grupo ha sido fundamental en su ideología y doctrina.
Asociación con la OTAN para asegurar intereses energéticos
El régimen militar argelino ha anunciado un acuerdo de cooperación con la OTAN para proteger su infraestructura de petróleo y gas. El ministro de Energía, Mohamed Arkab, destacó la «extrema importancia» de esta protección durante la visita de una delegación de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN a Argel a principios de noviembre. Esta decisión, tomada en el contexto del conflicto de baja intensidad entre el Frente Polisario y Marruecos, marca un alejamiento de los tradicionales lazos estrechos de Argelia con Rusia y China, y un posible acercamiento a Occidente en cuestiones de seguridad energética.
La asociación tiene como objetivo fortalecer las capacidades argelinas en ciberseguridad y gestión de riesgos, y permitir una maniobra estratégica del régimen para posicionarse favorablemente ante las potencias occidentales, manteniendo al mismo tiempo la presión sobre Marruecos a través del conflicto con el Frente Polisario, con ataques de baja intensidad como telón de fondo.
Abdelmadjid Tebboune recibió a una delegación del Parlamento de la OTAN, en presencia de Salah Goudjil, Saïd Chanegriha, Boualem Boualem y Aïssa Naili. Las discusiones se centraron en cuestiones políticas, desafíos de seguridad regional y ofrecieron a la delegación una visión detallada del gasto en defensa de Argelia.
El tuit de la delegación de la OTAN en X (antes Twitter), “durante las reuniones, los delegados discutieron una serie de cuestiones políticas, desafíos de seguridad regional y obtuvieron una visión más profunda del gasto en defensa de Argelia”, ilustra una notable contradicción. Hace apenas unos meses, los medios argelinos denunciaban con fuerza al «imperio occidental distante» y presentaban a la OTAN como una amenaza directa a la soberanía de Argelia. Hoy, en un giro sorprendente, el régimen militar de Argel no solo solicita la ayuda de la OTAN en asuntos de seguridad, sino que parece estar discutiendo y justificando su propio presupuesto de defensa de 21 mil millones de dólares para 2024 (25 mil millones de dólares para 2025), un tema sensible y hasta ahora celosamente guardado. Esto ilustra una desesperación, pero también una disposición a reescribir estratégicamente la narrativa nacional en respuesta a intereses que se han vuelto críticos. También revela un pragmatismo cómodo con sus contradicciones, un elemento central de la política exterior del régimen militar argelino.
Cambio en la dirección de los medios
Mientras tanto, ocurrió un cambio en la dirección de AL24 News, el canal de noticias internacional propiedad del régimen militar de Argel: la sustitución de Salim Aggar, considerado hasta hace poco intocable debido a sus estrechos vínculos con el círculo íntimo de Abdelmadjid Tebboune, por Hichem Melaksou, un exmiembro del personal local en la sección de Diplomacia Pública de la Embajada de Estados Unidos en Argel.
Melaksou, anteriormente responsable de la divulgación mediática en la Embajada de EE. UU., está bien versado en las estrategias mediáticas de poder blando de Estados Unidos y conoce el panorama mediático de Argel. Su nombramiento es un intento de renovar la imagen mediática internacional de Argelia con un enfoque más pulido y amigable para Occidente, similar a redes como Al Jazeera o Russia Today. Esto envía una señal clara de un intento calculado de transformar artificialmente la presencia mediática de Argelia, ajustando su mensaje para atraer a las audiencias occidentales y estadounidenses.
Salim Aggar, Hafid Derradji y Hichem Melaksou, en la sede de AL24.
Cálculos estratégicos ante cambios geopolíticos
Estos movimientos estratégicos muestran que el régimen militar de Argel es consciente de los vientos geopolíticos que han comenzado a volverse en su contra y está tomando medidas concretas para garantizar su supervivencia. Con el fortalecimiento de los lazos con la OTAN y el nombramiento de un exfuncionario de la embajada estadounidense en su medio de propaganda internacional, el régimen argelino probablemente busca evitar que la futura administración estadounidense retire el reconocimiento del Frente Polisario o incluso llegue más lejos al designarlo como una organización terrorista.
Fuerzas de seguridad vigilan fuera de un posible sitio para un consulado estadounidense en Dajla, Sahara Occidental, en enero de 2024.
Sin embargo, queda por ver si estos esfuerzos lograrán los resultados deseados, especialmente para convencer a una administración de Trump que ya ha tomado una postura sobre el tema. La apertura inminente de un consulado estadounidense en Dajla marca un golpe definitivo al tema. Podría ser demasiado poco y demasiado tarde frente a fuerzas geopolíticas mayores. Las próximas semanas revelarán más.