La destitución del general Djebbar marca el inicio de una gran purga en las filas del ejército argelino
Ayer, domingo 22 de septiembre, tuvo lugar la ceremonia de traspaso de mando entre el saliente general mayor Djebbar Mehenna y su sucesor al frente de la Dirección General de Documentación y Seguridad, el general Moussaoui Rochdi Fethi, alias Sadek. La ceremonia se llevó a cabo lejos de los reflectores y las cámaras de televisión, como se ha establecido desde la llegada del general Chengriha a la jefatura del estado mayor del ANP.
Por Hichem ABOUD
Desde la investidura del general Abdelkader Haddad, alias Nacer El-Djen, con su pasado siniestro como asesino, los servicios de inteligencia argelinos han recuperado su legendaria confidencialidad. A partir de ahora, no se mostrarán más en las pantallas de televisión los rostros de los ejecutivos de los servicios de seguridad, y ya no se comunicarán las promociones, asignaciones y trayectorias de sus altos cargos. Por lo tanto, ya no habrá cobertura mediática de los nombramientos y promociones en las estructuras más secretas.
Se esperan muchos cambios
De este modo, los cambios que se producirán en los próximos meses o semanas ya no se comunicarán al público a través de la prensa. Incluso los decretos de nombramiento ya no se publicarán en el Diario Oficial como se hacía en el pasado.
Habrá cambios en el nivel de mando militar, y probablemente comenzarán con la destitución del general mayor Yahia Ali Oulhadj, quien tendrá que asumir la responsabilidad del desastre vivido por los aficionados del Mouloudia de Argel durante el partido contra los tunecinos del US Monastir el sábado pasado. Su salida sin duda aumentará la popularidad de Tebboune y, por otro lado, debilitará a Chengriha, el verdadero conspirador detrás de la operación que llevó a cabo el ahora ex jefe de la DGDSE, Djebbar Mehenna.
Hablando de la DGDSE, cabe destacar que entre los cambios esperados se encuentra el regreso del coronel Salim después de casi cinco años de retiro. Este hijo de un Mujahid, nacido en Bordj Bou-Arreridj, es conocido por su integridad moral y competencias—dos cualidades que le valieron la marginación bajo el gobierno del general Toufik y su jubilación tras la llegada del dúo Chengriha-Tebboune.
También se habla del regreso del general mayor Mohamed Kaïdi, un hombre sacrificado por Chengriha, al que pronto sucederá a la luz de los nuevos acontecimientos que generarán muchos cambios.
