Argelia

Insólito: Tebboune exige silenciar a Driencourt a cambio de liberar a Sansal

Según Libération (edición del 16 de mayo), el presidente argelino Abdelmadjid Tebboune exigió —ante funcionarios franceses atónitos— que el Quai d’Orsay hiciera callar al exembajador de Francia en Argel, Xavier Driencourt.

El intercambio diplomático fue descrito como «una escena impactante«, en la que «los diplomáticos franceses se quedaron sin palabras, desconcertados por la crudeza de las exigencias del régimen argelino«.

Driencourt está en la mira de Argel desde la publicación en 2022 de su libro L’Énigme algérienne, donde denunciaba el “chantaje permanente” ejercido por Argel sobre París.

La liberación del escritor franco-argelino Boualem Sansal —condenado a cinco años de prisión el 20 de marzo— estuvo a punto de concretarse a principios de abril, según Libération. Su abogado, François Zimeray, reveló que el indulto presidencial argelino estaba condicionado a que Sansal retirara su apelación. Sin embargo, el escritor mantuvo el recurso el 2 de abril, probablemente porque nunca recibió el mensaje, que le fue transmitido por su esposa y por el ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, durante su visita oficial a Argel el 7 de abril.

El 2 de abril, el intento de liberación se frustró en el último momento. Según Barlamane, Sansal había firmado un acta de renuncia a su nacionalidad argelina como parte de un acuerdo diplomático. Con el billete en mano, se presentó en el aeropuerto de Argel para embarcar hacia París, pero fue interceptado en la pista, detenido y devuelto al hospital-cárcel de Blida. El Quai d’Orsay, convencido de que el acuerdo estaba cerrado, quedó completamente descolocado. En París, el gesto fue interpretado como una ruptura flagrante de compromisos por parte del régimen argelino.

Pese a los indicios de deshielo diplomático entre París y Argel a finales de marzo, varias fuentes confirman que la liberación de Sansal enfrenta resistencias internas dentro del aparato de seguridad argelino. Un sector influyente de los servicios de inteligencia, conocido por su hostilidad hacia figuras críticas con doble nacionalidad, se opone rotundamente a cualquier salida que no implique una humillación pública para el escritor.

Según fuentes cercanas al caso, este grupo no busca simplemente neutralizar a Sansal, sino humillarlo de forma duradera. El objetivo sería quitarle la nacionalidad argelina, lograr una condena definitiva sin apelación, y construir una narrativa oficial de traición, presentándolo como un intelectual que dio la espalda a su país.

Desde esta lógica, el arresto, el juicio simulado y la cancelación de su salida el 2 de abril no son incidentes fortuitos, sino decisiones deliberadas. El régimen no quiere solo expulsarlo: quiere borrarlo.

Esta fractura interna dentro del poder explica los mensajes contradictorios enviados a París, entre gestos conciliadores desde la presidencia y bloqueos orquestados por otros centros de decisión.

Abderrahmane Fares ✍️

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