Argelia

Tensiones crecientes entre Argelia y Malí: Riesgos de confrontación militar e inestabilidad regional

En un informe reciente, el Grupo de Crisis advirtió sobre el aumento de las tensiones entre Argelia y Malí tras el incidente relacionado con la destrucción de un dron, señalando que la crisis actual podría evolucionar hacia un enfrentamiento militar abierto debido a la falta de coordinación en seguridad y al creciente número de divisiones regionales.

El informe indica que Argelia perdió una oportunidad estratégica para fortalecer su influencia en la región del Sahel tras la retirada de Francia de la operación Barkhane en noviembre de 2022. Mientras se esperaba que Argelia llenara el vacío de seguridad, Malí optó por una alianza más estrecha con Rusia y los países del grupo AES, lo que redujo el papel de Argelia como socio principal en seguridad en la región.

El informe también resalta la creciente preocupación de Argelia por los flujos de refugiados, así como por el aumento de los papeles de países como Turquía, Irán y Marruecos, especialmente tras el destacado acercamiento en seguridad entre Rabat y Bamako, que culminó con la primera reunión de la comisión militar conjunta entre ambos países en febrero de 2025.

El informe advierte que la continuación de la escalada, especialmente con el uso de drones por parte de las fuerzas malienses contra los grupos armados en el norte, podría llevar a ataques erróneos o violaciones de fronteras, poniendo en peligro tanto a civiles como a soldados. También recuerda el incidente de julio de 2024, donde los ataques aéreos atribuidos al ejército maliense causaron la muerte de varios civiles, incluidos mineros nigerianos, chadianos y sudaneses.

El informe señala además que el deterioro de las relaciones entre Argelia y Malí reduce las posibilidades de una solución política en el norte de Malí, especialmente con la retirada de Malí de la mediación del acuerdo de Argel, lo que podría llevar a algunas facciones tuareg a radicalizarse o aliarse con grupos yihadistas.

El Grupo de Crisis considera que esta crisis no es aislada, sino parte de un panorama regional fragmentado, exacerbado por la salida de los países del AES de la CEDEAO y el aumento de las tensiones entre Marruecos y Argelia. El informe señala que esta situación podría ser aprovechada por los grupos extremistas que operan en vacíos de seguridad y se aprovechan de la falta de coordinación entre las capitales africanas.

En cuanto a las formas de reducir las tensiones, el informe subraya la importancia de regresar a la diplomacia, con un reconocimiento mutuo de los intereses de seguridad, evitando una lógica de imposición o negación. También sugiere fortalecer la mediación africana, proponiendo que el presidente de la Unión Africana nombre un mediador de alto nivel, como el ex presidente ghanés John Mahama, o involucrar a Sudáfrica debido a su peso diplomático. El informe también menciona la posibilidad de revitalizar la comisión conjunta Argelia-Malí, establecida en 2005, como una plataforma para compartir información sobre seguridad y coordinar esfuerzos en la lucha contra el terrorismo y la gestión de las fronteras, pidiendo el apoyo de potencias internacionales influyentes, como Rusia, para evitar que la región se deslice aún más hacia el caos.

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