El movimiento amazigh en Marruecos celebra su primavera y muestra sus reivindicaciones

El domingo 20 de abril se realizaron dos marchas para conmemorar el 45.º aniversario de Tafsut Imazighen (la Primavera Amazigh): una en Marrakech y otra en Rabat.
Tras un breve retraso impuesto por las autoridades, unas 3 500 personas recorrieron 4,5 km desde las murallas de Bab Doukkala hasta la mezquita Kutubía bajo una fuerte presencia policial. Más de sesenta ONG eligieron la Ciudad Roja para mostrar solidaridad con las víctimas del terremoto de Al Haouz (8 de septiembre de 2023), instando al Estado a acelerar la reconstrucción.
Los manifestantes exigieron la liberación de Saïd Aït Mehdi coordinador de la Coalición de Víctimas del Terremoto junto con otros tres activistas, así como de los detenidos del Hirak del Rif. Pancartas denunciaron la desigualdad en el acceso a los servicios públicos y el despojo de tierras en el Anti‑Atlas; varios colectivos de la región de Souss‑Massa marcharon bajo la bandera de la “Coordinación Akal”.
Unos 200 manifestantes pretendían marchar desde Bab El Had hasta el Parlamento con el lema “Por una identidad amazigh del Estado”, pero un fuerte despliegue policial bloqueó la procesión, provocando pequeños enfrentamientos; dos participantes de Nador resultaron levemente heridos. Se exigió aplicar de manera efectiva el carácter oficial de la lengua amazigh en la educación y los medios, criticando al gobierno de Aziz Akhannouch por promesas electorales incumplidas en especial la exclusión del tamazight de un programa de traducción de obras de la diáspora marroquí.
En ambas ciudades se alzaron, junto a la bandera tricolor amazigh, los estandartes de Cabilia y Azawad, subrayando un espacio cultural compartido. Las demandas comunes incluyeron la liberación de los presos del Hirak del Rif y un desarrollo regional equitativo.
Tafsut se remonta a los hechos de abril de 1980 en Cabilia (Argelia), cuando la prohibición de una conferencia sobre poesía amazigh preislámica desencadenó amplias protestas. Desde entonces, la fecha se convirtió en un símbolo para los activistas amazigh del norte de África y la diáspora. En Marruecos, aquella primavera dejó huella: el secuestro del lingüista Boujemâa Habbaz en 1981; el historiador Ali Sadki Azaykou fue condenado a un año de prisión en 1982 por un artículo en la revista Amazigh; además, se cerraron hoteles y se prohibieron actividades culturales en Agadir por exhibir el alfabeto tifinagh.
La Primavera Amazigh de 2025 demuestra así cómo la memoria histórica y las preocupaciones sociales actuales siguen entrelazadas, subrayando la determinación del movimiento amazigh de hacer valer sus derechos lingüísticos, culturales y de desarrollo dentro y fuera de Marruecos.
Por: Jassim Ahdani