CULTURA

¿Por qué la confusión sobre la identidad amazigh?

Amina Ibn Cheikh Oukdourt

En los últimos años, hemos notado el regreso de ciertas personas que se presentan como expertos en historia, antropología, lingüística y otras ciencias, planteando nuevamente cuestiones que ya habían sido superadas hace décadas. Cuestionan el origen de los amazighs, la lengua amazigh, su alfabeto «Tifinagh» y otros temas similares, a pesar de que estos asuntos fueron resueltos hace tiempo, ya sea a través de la Constitución, los discursos reales o los esfuerzos del Estado y la sociedad civil para consolidar la identidad amazigh.

Pero la pregunta que surge es: ¿por qué este debate ha resurgido ahora?

En mi opinión, la razón es clara y está relacionada con los recientes descubrimientos arqueológicos. Los estudios arqueológicos han confirmado que los amazighs no provienen ni de Yemen ni del Levante. Esta región geográfica, conocida en amazigh como “Tamurt n Wakkuch” (la Tierra de Dios), ha estado habitada desde la prehistoria. Estas investigaciones también han revelado la existencia de una civilización amazigh completamente desarrollada, que incluía la agricultura, la arquitectura, la medicina y otros campos, lo que refuta las narrativas que intentan presentar a los amazighs como un pueblo recién llegado o sin historia propia.

Además de la arqueología, la genética ha confirmado que la ascendencia de los marroquíes está profundamente arraigada en el norte de África desde hace miles de años, con poca o ninguna relación significativa con poblaciones de fuera de la región. Aunque la identidad amazigh no es solo una cuestión étnica, el creciente interés de los jóvenes por la genética refleja su deseo de verificar y enorgullecerse de sus orígenes. Esto demuestra la necesidad de esta generación de recuperar la conciencia sobre su identidad real, la cual ha sido distorsionada durante décadas a través de programas educativos y mediáticos.

También es importante destacar que quienes cuestionan la identidad amazigh no se basan en argumentos científicos, sino que reflejan miedos ideológicos y tratan de preservar percepciones antiguas que ya no pueden sostenerse frente a las evidencias científicas. Aquellos que intentan sembrar dudas sobre la identidad amazigh no lo hacen a partir de estudios objetivos, sino desde prejuicios que niegan hechos que hoy están científicamente documentados. Su postura parece más bien un intento desesperado de resistir ante una creciente toma de conciencia que ya no puede detenerse.

Sin embargo, por mucho que lo intenten los detractores, la identidad amazigh ya no está en una posición de defensa. Hoy es una realidad firmemente establecida, respaldada por pruebas científicas e históricas, protegida por la ley y asumida por los marroquíes generación tras generación. Los intentos de confundir sobre ella no son más que una resistencia desesperada ante una verdad que ya no puede ser negada.

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