Tensión creciente en los campos de Tindouf ante el deterioro de las condiciones humanitarias

Los campos de Tindouf, ubicados en el suroeste de Argelia, experimentan una creciente tensión interna debido al empeoramiento de las condiciones sociales y humanitarias, y a la falta de perspectivas políticas claras después de décadas de estancamiento. Esta tensión interna aumenta día a día, exacerbada por el deterioro de la situación económica y las estrictas medidas de seguridad impuestas por el liderazgo del Frente Polisario, que hoy enfrenta presiones crecientes tanto dentro de los campos como desde fuera, a la luz de los cambios regionales e internacionales sobre el conflicto del Sahara Occidental.
En este contexto, las declaraciones recientes de Ibrahim El-Bachir Billa, el denominado “ministro del Interior” del Frente, han causado un amplio debate, después de que por primera vez reconociera, con un tono que sugiere una especie de retroceso en su postura dura, la existencia de la propuesta de autonomía de Marruecos como parte de las discusiones internacionales serias.
Este comentario llega en un momento en que los campos de Tindouf atraviesan una situación de creciente agitación, visible en el aumento de protestas individuales y colectivas, y en el incremento de divisiones, especialmente entre los jóvenes que expresan su rechazo a una realidad marcada por la marginación, la estricta vigilancia de seguridad y la falta de libertad de movimiento y condiciones de vida dignas. También se reporta un aumento en los informes de violaciones de derechos humanos y la falta de transparencia en la gestión de la ayuda humanitaria internacional, lo que ha sido confirmado por varias organizaciones internacionales en los últimos años.
Por otro lado, la propuesta de autonomía presentada por Marruecos recibe un creciente apoyo internacional, considerándose una solución práctica y realista que asegura la dignidad de las poblaciones y su integración en un amplio proyecto de desarrollo que cubra las regiones del sur. La dinámica que está tomando el conflicto del Sahara Occidental, especialmente después de la apertura de varios consulados extranjeros en las ciudades de Laâyoune y Dajla, ha fortalecido la posición diplomática de Marruecos, mientras que el apoyo a la tesis separatista ha disminuido claramente.
La situación actual en Tindouf pone de manifiesto la profundidad de la crisis interna que atraviesa el Frente Polisario, en medio de las voces dentro de los campos que piden una revisión de la gestión del conflicto y el compromiso con una solución política que respete los derechos de la población y termine con su sufrimiento prolongado. Parece que la creciente tensión podría llevar a cambios internos significativos que obliguen al liderazgo del Frente a abandonar sus posturas rígidas y abrirse a las propuestas dentro del marco de la ONU, incluida la iniciativa de autonomía bajo soberanía marroquí.