Opinión Jurídica Británica: Los Kabyles Reconocen su Derecho a la Autodeterminación
Por Lord Lister, exjefe de gabinete del primer ministro británico, en exclusiva para Maghrebi.org
En un reciente dictamen jurídico emitido por destacados abogados británicos, los 10 millones de cabileños que viven dentro de las fronteras actuales de Argelia o en el exilio en el extranjero han sido oficialmente reconocidos como con derecho a la autodeterminación en virtud del derecho internacional. Este dictamen se produce en un momento en que Argelia enfrenta crecientes críticas por su continua represión de los derechos humanos y las libertades civiles, que se ha intensificado a medida que se acercan las elecciones presidenciales del país, previstas para el 7 de septiembre de 2024.
El dictamen jurídico, emitido el 4 de septiembre de 2024 por el profesor Robert McCorquodale de Brick Court Chambers y la señora Penelope Nevill de Twenty Essex Chambers en Londres, concluyó que el pueblo cabileño constituye un «pueblo» según el derecho internacional. Esta designación les otorga el derecho a la autodeterminación, un derecho humano fundamental consagrado en documentos internacionales clave como la Carta de las Naciones Unidas.
«El pueblo cabileño es un ‘pueblo’ en virtud del derecho internacional. En consecuencia, el pueblo cabileño tiene el derecho humano a la autodeterminación en virtud del derecho internacional», afirma el dictamen jurídico. Esta es la primera vez que expertos jurídicos independientes reconocen formalmente el estatus del pueblo cabileño, lo que crea un precedente significativo para su movimiento de autodeterminación.
El dictamen jurídico proporciona una base jurídica sólida para las reivindicaciones cabileñas y podría influir en las futuras discusiones y decisiones internacionales sobre su estatus.
Este reconocimiento constituye un gran impulso para el Movimiento por la Autodeterminación de la Cabilia (MAK), que lleva mucho tiempo luchando por una mayor autodeterminación. El dictamen jurídico proporciona una base jurídica sólida para las reivindicaciones cabileñas y podría influir en las futuras discusiones y decisiones internacionales sobre su estatus.
Este paso histórico para el pueblo cabileño se produce en un contexto de represión severa en Argelia. Las organizaciones de derechos humanos, incluida Amnistía Internacional, han condenado a las autoridades argelinas por su represión sistemática del espacio cívico y las libertades, especialmente a medida que se acercan las elecciones presidenciales.
En los últimos dos años, Argelia ha experimentado una escalada preocupante de las medidas gubernamentales contra la disidencia política. Esto incluye la disolución de partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil y medios independientes. Amnistía Internacional ha señalado una serie de enmiendas legislativas restrictivas, como las modificaciones al código penal en abril de 2024, que han sofocado aún más las libertades.
En los últimos meses, ha habido un aumento en las detenciones arbitrarias de activistas políticos y miembros de la oposición. El 6 de agosto de 2024, Yacine Mekireche, miembro suspendido del Movimiento Democrático y Social (MDS), fue detenido por publicaciones en redes sociales. Más tarde, el 20 de agosto, alrededor de sesenta activistas políticos del Rassemblement pour la culture et la démocratie (RCD) fueron arrestados mientras intentaban conmemorar el Congreso de la Soummam de 1956, un evento clave en la historia de Argelia.
Las autoridades también han apuntado a grupos de la sociedad civil, con la policía interrumpiendo una sesión de firma de libros en Bejaia el 29 de junio de 2024 y arrestando a los participantes por una reunión supuestamente no autorizada. Además, la ONG argelina SOS Desaparecidos ha enfrentado repetidos obstáculos, con la policía bloqueando el acceso a sus oficinas en varias ocasiones este año.
Los periodistas no se han salvado de la represión. Las detenciones de los periodistas Merzoug Touati, Mustapha Bendjama y Farid Alilat ilustran la reducción del espacio para los medios independientes en Argelia. Los usuarios de redes sociales y activistas, como Rabeh Kadri, siguen siendo perseguidos por sus actividades en línea, especialmente por sus críticas a la posible reelección del presidente Abdelmadjid Tebboune.
Amnistía Internacional y otros defensores de los derechos humanos han pedido a las autoridades argelinas que pongan fin a sus tácticas represivas, liberen a todas las personas detenidas por ejercer pacíficamente sus derechos y respeten las libertades de expresión, reunión y asociación.
El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha subrayado que el derecho a participar en los asuntos públicos depende del libre intercambio de información y el respeto por las libertades civiles. A medida que Argelia se prepara para sus elecciones presidenciales, la vigilancia internacional probablemente aumentará, con una creciente demanda de restauración del espacio cívico y protección de los derechos fundamentales.
El derecho recientemente reconocido del pueblo cabileño a la autodeterminación es un símbolo poderoso de resistencia en este contexto de represión, destacando la lucha continua por la autodeterminación y la batalla más amplia por los derechos humanos en Argelia.